La iniciativa surge, porque muchas comunidades como Peña Blanca, siempre han estado en el abandono por el Estado, sin maestros, sin escuelas, sin acceso a carreteras, en fin; sin los servicios básicos, que por derecho y como ciudadanos se debe contar con ellos. También, porque los elementos y conocimientos de la cultura maya, siempre han sido rechazados y minorizados en los ámbitos sociales públicos y privados, tales como educación, salud, política, justicia, legislación y trabajo.
Las comunidades también, sufren de engaños y discriminación, cuando son inferiorizados con proyectos asistencialistas, que ha creado la dependencia y el paternalismo en las familias, por instituciones con fines políticos partidistas, religiosos sectarias y lucrativas.
Fue a partir de esta situación, que familias y comunidades, empiezan a organizarse, para encontrarle una solución a estos problemas que enfrentan las comunidades. La iniciativa de organizarse fue propia de la comunidad; sin intervención del Estado, ante la necesidad e importancia de contar con un espacio propio, donde se pueda trabajar por la cultura, la historia, los derechos y el desarrollo integral desde el pensamiento Q’eqchi’.
La finalidad es, que las comunidades miembros de la Asociación Q’eqchi’ Xch’ool Ixim, conozcan sus derechos y sus obligaciones para exigir que sean respetados y reconocidos, porque de algo importante que se tuvo conciencia es, que el desconocimiento de los derechos, permite que autoridades y dominantes no los respetan.
En este trajinar de las comunidades, guiados por sus líderes, se dan cuenta que además de la falta de profesores y escuelas, también hace falta el tipo de educación y un modelo de desarrollo que puede solucionar la problemática de la comunidad.
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